La voz, uno de los instrumentos clave del cuerpo que nos acompaña en nuestro día a día y la mejor herramienta para comunicar, hoy es la protagonista de este post.
A la altura de la laringe tenemos, entre otros, dos pliegues vocales que gracias a nuestro soplo pulmonar ya la implicación muscular juntan y se separan. Originariamente estos tenían una función esfinteriana, pero al aproximarse las membranas de los mismos descubrimos que podían vibrar y producir un sonido. Este se moldea y se amplifica. Esto genera la voz: una maravilla que descubrimos al ser conscientes de que este aparato fonador podía emitir sonido.
Como decíamos antes, este sonido se emite y se amplifica con nuestros resonadores, los que se dedican especialmente son los senos nasales y paranasales, pero también hay otros. Quieres descubrir cuáles son? Ben fácil, emite una "m" larga y con la palma de la mano palpa't diferentes partes del cuerpo, si notas una vibración, ese punto está haciendo de caja de resonancia y si no, no. Te darás cuenta que tenemos unos cuantos. Las vocales y las consonantes sonoras son las que pueden producir esta vibración acústica en el cuerpo. Y estas se crean para modelar el sonido, hecha por la acción de la boca, lengua y labios.
La voz es algo único, personal e inimitable de cada persona. Es nuestro sello. Es importante cuidar de ella, pues es un instrumento valiosísimo para nuestra comunicación.
La voz, una maravilla.